Lo único que necesitamos para realizar este experimento es: 1 vaso con una disolución de NaOH (sosa cáustica) 3 molar y cinc sólido, otro vaso con agua, un mechero (preferiblemente un mechero bunsen), unas pinzas, una placa calefactora y, obviamente, las monedas de 1, 2 y 5 céntimos.
Para cambiar el color de las monedas a plateado simplemente introducimos las monedas en la disolución de cinc y sosa cáustica, que colocaremos sobre la placa calefactora. Lo que ocurre es que al introducir la moneda en la disolución el cinc queda adherido a la superficie de la moneda, y le otorga el color plateado del cinc. Al introducir la moneda en la disolución la dejamos en ésta varios minutos para asegurarnos de que la moneda quede totalmente recubierta de cinc, y luego la pasamos al vaso con agua, para después limpiarla en caso de que quede adherido exceso de cinc.
Y ya está, es así de sencillo. Con esto tendremos nuestras monedas de 1, 2 y 5 céntimos de un color mucho más bonito y atrayente. Espero que os haya gustado y que disfrutéis del puente.