lunes, 30 de abril de 2012

Hola. ¿Qué tal estáis pasando el puente? Espero que bien, pero para que no se os duerman las neuronas, aquí va otro experimento que hemos realizado en clase, y que me ha parecido bastante curioso e interesante: hemos cambiado el color de las monedas de 1,2 y 5 céntimos a plateado y dorado.



Lo único que necesitamos para realizar este experimento es: 1 vaso con una disolución de NaOH (sosa cáustica) 3 molar y cinc sólido, otro vaso con agua, un mechero (preferiblemente un mechero bunsen), unas pinzas, una placa calefactora y, obviamente, las monedas de 1, 2 y 5 céntimos.

Para cambiar el color de las monedas a plateado simplemente introducimos las monedas en la disolución de cinc y sosa cáustica, que colocaremos sobre la placa calefactora. Lo que ocurre es que al introducir la moneda en la disolución el cinc queda adherido a la superficie de la moneda, y le otorga el color plateado del cinc. Al introducir la moneda en la disolución la dejamos en ésta varios minutos para asegurarnos de que la moneda quede totalmente recubierta de cinc, y luego la pasamos al vaso con agua, para después limpiarla en caso de que quede adherido exceso de cinc.




Para cambiar el color de nuestras monedas a dorado tenemos que partir de una moneda plateada, con cinc adherido.  Encendemos el mechero, cogemos la moneda plateada con las pinzas y la sostenemos sobre la llama del mechero hasta que apreciemos el primer cambio de color a dorado. Lo que sucede al calentar la moneda es que el cinc adherido reacciona con el cobre de la moneda, y se forma latón, que es de color amarillento. Tras el cambio de color introducimos la moneda en el vaso con agua para que se enfríe.


Y ya está, es así de sencillo. Con esto tendremos nuestras monedas de 1, 2 y 5 céntimos de un color mucho más bonito y atrayente. Espero que os haya gustado y que disfrutéis del puente.