lunes, 5 de marzo de 2012

El acoso laboral

Hola a todos. Hoy trataremos un tema que poco tiene que ver con la química, pero que nos concierne a todos, o nos concernirá cuando encontremos trabajo. El tema de hoy, pues, es el Mobbing.


El Mobbing (del término inglés to mob, que significa acosar o acorralar) es el acoso moral o laboral en el trabajo. Este acoso abarca tanto el maltrato verbal como el emocional, e incluso a veces supone también maltrato físico. Además, el mobbing no es un hecho puntual o aislado, sino que es un acoso  sistemático o recurrente, que se extiende durante un tiempo prolongado. Lo que se persigue con este acoso es, en la mayoría de los casos, el abandono del trabajo por parte de la víctima.

La mayoría de casos de acoso laboral suelen seguir un patrón de actuación, que divide el acoso en diferentes
fases:


  - Fase del conflicto: Es la fase que da origen al acoso laboral. Se produce un conflicto entre el acosador y la víctima, y como éste es originado, en la mayoría de los casos, por el acosador como pretexto para el posterior acoso, no se resuelve el conflicto, sino que empeora cada vez más hasta que origina el acoso.

  - Fase de estigmatización: Es la fase propiamente dicha del mobbing. Se producen actitudes y reacciones hostiles por parte del acosador hacia la víctima de manera sistemática o periódica durante un espacio de tiempo considerable. Generalmente, las medidas tomadas contra la víctima son sutiles, de manera que sea difícil demostrar la culpabilidad del acosador. Esto produce en la víctima sentimientos de culpabilidad o indefensión.

  - Fase de intervención de la organización: Esta fase es determinante del sentido que tomará el acoso producido contra la víctima. La respuesta dada por la dirección de la empresa o el empresario puede afectar de maneras muy distintas al acoso producido:

    · Si la respuesta es positiva hacia la víctima, el empresario se involucrará con el fin de acabar con el acoso, mediante la negociación o la provisión de ayudas o alternativas a la víctima.
 
    · Si la respuesta es negativa hacia la víctima, el empresario ignorará el acoso producido, o se involucrará en éste con el fin de conseguir el abandono del trabajo por parte de la víctima, fomentando las conductas hostiles y el aislamiento a éste último.
 
   - Fase de expulsión: El acoso prolongado produce daños físicos y psicológicos en la víctima, que hacen que ésta disminuya su eficiencia laboral. Esto no le conviene a la empresa, y si ésta no se implica en el asunto para ayudar a la víctima la fase termina con la expulsión de la víctima.

El acoso laboral produce numerosos efectos negativos en la víctima, y se agrupan en 4 grandes grupos:


   - Consecuencias físicas: El acoso laboral produce trastornos de diversa índole: trastornos cardiovasculares (hipertensión, arritmias...), trastornos musculares (dolores lumbares y cervicales), trastornos respiratorios (sofocos, hiperventilación...) y trastornos gastrointestinales (nauseas, vómitos...).

   - Consecuencias psíquicas: Ansiedad, depresión, apatía, alteraciones del sueño, sentimientos de culpabilidad, hipervigilancia, sentimientos de impotencia e indefensión, etc.

   - Consecuencias sociales: La víctima tiende a aislarse de la sociedad, así como a resignarse y a tomar una actitud hostil hacia el entorno.

   - Consecuencias laborales: El acoso, como se ha mencionado antes, disminuye la eficiencia de la víctima, e incluso ésta a veces coge baja laboral por estrés. Esto produce que la empresa se forme una imagen negativa de la víctima, lo cual empeora todavía más la situación de la víctima.

Como podéis ver, el acoso laboral es un asunto muy serio, y ante la presencia de un caso de mobbing debemos actuar rápidamente para evitar que la situación vaya a peor.

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